¿Cómo fomentar el hábito de la lectura en los niños pequeños?

Les puede parecer que fomentar el hábito de la lectura en los niños depende de la cantidad de libros que tengamos en casa, o de la cantidad de horas que pasemos leyendo. Sin embargo habría que preguntarnos por qué hay tanta gente a la que no le gusta leer y esto se vuelve un verdadero problema porque no se trata solo de leer sino de comprender lo que se lee.

En esta ocasión voy a compartirles algunas ideas que pueden servirles si queremos que nuestros hijos sean lectores desde pequeños, pero sobre todo de manera recreativa y no impuesta:

 

1.Tener libros adecuados para la edad de los niños. No podemos esperar que un niño de 2 a 5 años permanezca horas escuchando largas historias. Para los bebés existen libros de tela con materiales que no los pongan en peligro, también existen libros interactivos, con stickers, con sonidos, canciones, luces, ojitos móviles como este. Los libros adecuados para niños pequeños son los de pocas letras y muchas ilustraciones.  

Por ejemplo hemos conseguido para nuestro hijo el libro “Cuentos para niños de 3 años” que es una selección muy bonita de cuentos infantiles y solo el nombre lo hace muy llamativo, pueden encontrarlo para niños de 2,3,4 y 5 años, sin ánimos de hacer propaganda por la que no me pagan pero se los recomiendo y lo pueden encontrar en la tienda “Internacional libros y regalos”. 

2. Para niños de 2 a 6 años los libros ideales son los de hojas duras. Recordemos que si queremos que a ellos les gusten los libros debemos permitir que los manipulen y que sientan que son suyos, no vamos a darle un libro de hojas de papel al que vamos a pasar cuidando que no lo vayan a romper o ensuciar porque desde ahí empezamos a fomentar una mala relación con los libros. 

Algunas recomendaciones que pueden  encontrar en la misma tienda es el caso de “La diversión del pequeño cocodrilo” y la“Biblia unilit para mí” que es muy importante para ir enseñando a los niños también valores cristianos para los que deseen hacerlo.

3. Tener los libros al alcance de los niños. Según el método Montessori esto permite que el niño experimente la alegría de aprender, es una forma de proporcionar las experiencias a través de las cuales los niños crean sus conocimientos y les prepara para las muchas experiencias que ofrece la vida. Montessori descubrió que los niños pasan por fases de interés y curiosidad,  que ella denominaba “periodos sensibles” del desarrollo en esta etapa temprana de su vida, por eso es importante generar espacios que sean exclusivamente para la manipulación de los niños y los libros no son la excepción. 

Tengo que hacer la aclaración que como padres no debemos frustrarnos si a nuestros hijos no les llamó la atención el libro que compramos, o si quiere leer siempre la misma historia y no le hace caso a las demás. Es parte de su desarrollo actuar de esa forma, como las películas o videos que quieren ver una y otra vez. Nuestro aporte es brindarle el recurso y por eso es importante dejárselo al alcance para que pueda ir generando curiosidad en ellos y también ir conociendo sus preferencias. 

4. Una forma de hacer que los libros se vuelvan más atractivos para los niños es dejándolos cerca de sus juguetes, haciéndolos parte del tiempo de diversión y no como parte de una tarea o trabajo. Desde muy temprana edad los niños sabrán asociar la lectura como algo recreativo y no como algo obligatorio. Un espacio que le brinde comodidad y confianza como por ejemplo con alfombras de colores, almohadas, títeres, rompecabezas, juegos de ensamble entre otros.

5. Siéntate con tus niños leerles y prepara un viaje lleno de diversión, atrévete a hacer sonidos y gestos. Recordar los espacios de lectura como algo relacionado a momentos emotivos lo convertirá en una experiencia agradable y no aburrida.

 Recordemos que estas ideas no son para que nuestros hijos “Aprendan a leer” porque ese ya es otro tema muy diferente que se da de acuerdo al desarrollo cognitivo del niño y su aprendizaje suele darse en los primeros años de escolaridad, sin embargo fomentar hábitos de lectura recreativa facilita este proceso ya que en los niños de 2  a 6 años existe un término que se llama “lectura emergente”  que se refiere a la secuencia espontánea de competencias que los niños en edad temprana desarrollan a través de la observación y participación en actividades informales de alfabetización inicial. Exponer a los niños al lenguaje escrito de manera significativa, específicamente en interacciones en contextos sociales desde la edad temprana o preescolar, contribuye al aprendizaje de la lectura, sin necesidad de la instrucción formal. 

Por eso podemos observar que niños en edad preescolar identifican palabras por medio de íconos o símbolos que son parte de su entorno, por ejemplo niños que supuestamente no saben leer pero reconocen muy bien las marcas de comida rápida, las letras que identifican a las redes sociales, los rótulos de la calle y cuando ven una letra parecida en otra palabra la saben identificar...por ejemplo a nosotros nos enseñaron que “la F era de Foca o de Faro” pregúntense si en la realidad y entorno de la mayoría de niños se encuentra un faro o una foca...Pero facilmente un niño ahora sabe que la F es de Facebook, aunque no es una palabra en español pero es parte del entorno de los niños y te puede decir mira mamá aquí está una F de Facebook.

Tradicionalmente se cree que un niño “sabe leer” porque aprende  palabras o porque se aprende el abecedario, la pregunta es ¿Esas palabras tienen significado para los niños? 

Es allí donde se vuelve obsoleta la forma de enseñar a leer por medio de silabarios como lo hicieron con nosotros, donde muchos aprendimos a decodificar palabras, pero pocos a comprender lo que se lee. De ahí la importancia de fomentar la lectura recreativa que además será de gran ayuda en el aprendizaje de la ortografía. 

Espero estas ideas les puedan servir con sus niños. 

 Y ustedes , qué experiencia han tenido con los libros?

Serendipiteando por Katya Sifontes de Guerra