lunes, 28 de diciembre de 2020

2020: del año de la pandemia al año del crecimiento personal


No podía terminar el 2020 sin una reflexión. Lo bueno es que estoy y estamos aquí para poder hacerlo. 

Ya sé que será recordado como el año de la pandemia, el año de la muerte, el año de la cuarentena, pero depende de nosotros transformar nuestra memoria y convertirlo en el año del crecimiento personal. 

Este año la mascarilla nos enseñó a prestar más atención a la mirada y a darnos cuenta que muchas sonrisas no siempre eran de felicidad aunque no me gusta mucho la palabra felicidad porque cada persona la asume de manera adiferente...pero mi visión se las dejo acá:

Si tenemos paz interior es más probable sentirnos felices. Durante 9 meses quise escribir un artículo de comparación entre el budismo y el cristianismo, pero nunca tuve como explicar en qué podría servirle a alguien algo a lo que muchos le tienen miedo: pensar diferente y probar cosas nuevas. 

Mi abuelita siempre me dijo que las personas entre más sabían y más leían, más se alejaban de Dios...por supuesto me lo dijo a mí, así que seguí leyendo para ver si era cierto, pero a muchos otros como a ella que algún cura o pastor ambicioso y legalista les dijo eso, solo agacharon la cabeza y creyeron porque así les enseñaron la fe. 

Soy cristiana y sé que "Jesús es el camino, la verdad y la vida...", respeto los métodos que cada uno elige para encontrar ese camino, y no me cierro a las posibilidades que me ayuden a encontrar el mío. 

En nuestro país (y asumo siempre que en toda Latinoamérica) nos enseñaron el cristianismo para pelear, para juzgar, para sentirnos superior a otros, para avergonzar, para humillar, para difamar, nos enseñaron (aunque no explícitamente) que al ir a una iglesia ya no somos humanos y aunque nadie lo diga (ni la misma Biblia) se espera que el fulano ya no cometa más errores y todo los ojos encima viendo "que no caiga"...Todo lo que Jesús no haría. 

Nos enseñaron que quien se puede muchos versículos bíblicos (que ni entienden y mucho menos practican) es una persona muy espiritual y sobre todo si usa muchas frases cliché "de cristianos" para expresarse y para  tratar a la gente ya tiene ganado el reino de los cielos. 

Nos han preocupado tanto por llegar al reino de los cielos y por la vida después de la muerte que olvidamos traer el reino a la Tierra y vivir el presente, saber vivir, saber amar y  tratar a la gente, saber estar en paz con uno mismo y con los demás. 

 Nos enseñaron a criticar las otras religiones y creencias, mientras la Biblia nos manda a amar al prójimo, elegimos a que prójimo amar y a cual no, decidimos cuales mujeres son buenas y cuales no, quien cría bien a sus hijos y quien no, quien actúa correctamente y quien no, quien merece que le vaya bien y quien no. Y así nos pasamos la vida viendo hacia afuera, pendientes de los demás, lo que los demás hacen, dicen, tienen, reciben...y no vemos hacia adentro, en vez de tener paz vivimos perturbados por eso nos pasamos la vida "buscando la felicidad" en vez de crearla diariamente. 

Pero como este año fue diferente tuvimos que ver hacia adentro, aceptar lo que había y buscar formas de crecer y mejorar; aunque es un trabajo interno diario es importante hacerlo: persistir y no desistir. 

Vivir cada día como si fuera el último y  dejar bonitas huellas a su paso, por si mañana no existe. 

Practicar mucho la oración o la meditación. Todos necesitamos una pausa para saber que debemos reparar. 

Agradecer, pedir y recibir abundancia. Si quiere creer que se lo dará el universo, un padre que es el dueño del oro y la plata o que solo es programación neurolingüística es decisión suya, pero crea en algo. 

Cuide lo que dice. Su cerebro escucha y en el mundo de lo invisible (que existe tanto para creyentes como para no creyentes) ocurren muchas más cosas de lo que nos damos cuenta. 

Cada vez que quiera quejarse de algo recuerde que de eso que se queja le va venir más. Mejor empiece a agradecer más por las cosas buenas y seguirán llegando cosas buenas. 

No solo se rodee de personas que son luz, rodéese de personas que le enseñen a ser luz. No busque sanadores, busque quien le enseñe a sanarse a usted mismo. 

Cuide sus pensamientos. Usted atrae con ellos sus propios problemas o atrae sus bendiciones. 

Sea responsable, cuide su salud y por empatía cuide la de los demás, no baje la guardia.

Su salud no depende de una vacuna (conste, no soy antivacunas). Cuidarse es un estilo de vida y no algo que va a volver a hacer hasta en una próxima cuarentena. 

Cuide mente, cuerpo, alma y espíritu. 

Lea la Biblia, pero búsquese versiones más entendibles en las que el mensaje llegue más directo a su cerebro y a su corazón, pero también atrévase a leer experiencias de personas que la han puesto en práctica y  son existosas; no se quede con la idea que para ser cristiano hay que pasársela sufriendo y penando. 

A mí no me crea, ni crea ciegamente en "líderes espirituales" aprenda a probar cosas nuevas y dese cuenta por usted mismo. 

Feliz año 2021 y que todos seamos mejores personas. Recuerde que solo Jesús tuvo perfección pero no está de más tener otros modelos de personas que no son dioses ni nunca dijeron serlo, pero dejaron buenas instrucciones para vivir. 

Serendipiteando por 

Katya Sifontes de Guerra 


 


  

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