Hoy después de 17 años vuelve a ser viernes 17 de septiembre.
Hoy di una conferencia con muchas chicas y les hablé de ti. Fue la mejor forma de honrar tu breve presencia en el mundo, y de celebrar tu cumpleaños.
Lo único que lamento es no haber hablado de ti por mucho tiempo y haber escuchado esas voces que decían que te olvidara. En realidad nunca lo hice, ni lo haré.
La huella de tus ocho meses en mi vientre me marcó, pero más me han marcado los 17 años de ausencia tratando de hacer que ese dolor realmente valiera la pena, hasta que comprendí que tu partida fue un acto de amor, para ceder a tu hermano el privilegio de ver la luz...en un par de días también será su cumpleaños, es un niño grandioso.
Como no pude saber como serías, te imagino. Como no pudiste saber como soy, te pido: observa a tus bisabuelos, yo soy una mezcla hasta cómica de ellos cuatro. Disfrútalos, como los disfruté yo.
Tu bisabuelo que acaba de llegar, seguramente te tocará la guitarra como la tocaba aquí. Pregúntale lo que quieras, él siempre es sabio en responder.
Yo a tu edad te esperaba con miedo, tú a mi edad, eres un ángel.
Felices 17, Adriana María.
Dedicado a todos los bebés que no lograron ver la luz aquí en la tierra, pero brillan junto a las estrellas.
Serendipiteando por Katya Sifontes de Guerra
