Sr. Nayib Bukele:
Soy una docente salvadoreña con ganas de decirle un par de cosas al futuro Presidente de la República (porque usted lo será).
Por allá por 2014 tuve el placer de conocerlo en un evento sobre juventud en Armenia, Sonsonate; cuando yo aún era la directora escolar más joven del departamento y usted era aún el alcalde de Nuevo Cuscatlán, el más joven de todo el país.
En esa época usted iniciaba su popularidad con todas sus nuevas ideas (que aún no era un partido político), su visión progresista, su cambio de paradigmas, especialmente en la percepción que los mayores tienen sobre el papel de los jóvenes en nuestra sociedad, pero, pricipalmente por su honestidad para trabajar y su franqueza para sacar a luz los temas de corrupción. Es decir, usted era una inspiración e imaginarlo como presidente quitando el poder a los dinosaurios y a los corruptos era un sueño.
Ahora usted lidera las encuestas, el sueño de muchos, y no dudo que suyo también, se está volviendo realidad. Pero quiero recordarle, Sr. Bukele, que un día también un pueblo entero tuvo esa misma esperanza y puso esa misma confianza en Mauricio Funes, un día también él gozó de la misma popularidad por ser él el único que se atrevía a tener la franqueza de decir las cosas "bien puestas" a quienes lo merecían y sin tener todos los recursos que usted ahora tiene. Y henos aquí, un pueblo traicionado.
No hago énfasis de las traiciones de ARENA porque con mucha satisfacción puedo decir: el pueblo ya lo sabe, y basta con ver el video de la diputada que fue maldecida en las comunidades. Pero sí le recuerdo la traición de ese partido, el FMLN, del cual usted fue expulsado, ese al que muchos por tradición familiar y por convicción le dimos nuestro voto, y ahora no me avergüenzo, pero lo lamento.
Ahora usted logró llegar a la candidatura presidencial con muchas dificultades que todos conocemos, pero con un partido prestado, con el que mutuamente y de manera conveniente logran sus intereses. No olvide que el pueblo también sabe eso y que usted será presidente porque a la gente lo que le interesa es romper con el bipartidismo, interesa que gane usted, la confianza está puesta en usted y que "por el momento" el vehículo no importa, pero el pueblo no olvida que ese vehículo también fue tricolor, sin embargo, usted está donde está porque El Salvador lo exige a toda costa.
Queda claro que su popularidad es altísima en la población, pero gran parte de la misma ha sido ganada entre personas que solo disfrutan verlo en los memes y videos con la canción "Turn down for what" donde usted vestido de una elegante arrogancia siempre dice algo brillante, especialmente si es en contra del FMLN o ARENA.
Pero en nombre de todos esos jovenes que no nos dedicamos solo a ver memes y que hemos seguido su trayectoria quiero decirle que esperamos de usted más propuestas claras y cambios verdaderos en nuestro país que sobrepasen su discurso de "los otros lo hicieron mal".
A parte del crecimiento económico, desarrollo social, mejoras en infraestructura, específicamente esperamos un equilibrio entre las oportunidades para los jóvenes y la calidad de vida para los jubilados (pensiones dignas), la llegada del añorado 6% del PIB en educación, la verdadera dignificación docente, seguridad y sobre todo justicia.
Justicia en la cual por fin sean expuestos los asesinos de Monseñor Romero ya que no es congruente que un país venere a un santo y el asesinato de ese ser humano aún siga impune, así como muchos otros.
Pero también queremos igualdad, equidad, reconciliación y un país unido donde paguen los que tienen que pagar sin que sean insultados los que no lo merecen, ya que estoy segura que en los partidos de ladrones también hay gente honesta, como en el partido al que usted representa, también hay ladrones.
Comprendo que 5 años no son suficientes para arreglar todo lo que se arruinó en casi 30, pero estoy segura que usted puede crear las bases para un mejor país donde los jóvenes de hoy y los adultos jóvenes a los que ya nos tocó vivir la mitad del camino viendo gobiernos corruptos, podamos tener todavía la esperanza de un futuro mejor.
No dudo que usted puede hacerlo; como docente puedo asegurar que su intelecto y su capacidad es más grande que el de muchas de las personas con títulos que lo han criticado duramente por no poseer uno. Además me atrevería a decir que su matrimonio y el lamentable fallecimiento de su padre ha hecho de usted un hombre más maduro de lo que era cuando comenzó su carrera política lo que me da la esperanza que con la ayuda de Dios y de su esposa Gabriela no caerá en la prepotencia que ya vimos en el otro personaje y será capaz de llevar sobre sus hombros el rumbo de nuestro país.
Atentamente.
Katya Sifontes de Guerra
