Conectando con nuestro niño /niña interior

"Todas las personas mayores, fueron al principio niños. Aunque pocas de ellas lo recuerdan" Antoine de Saint Exupèry

Mientras inicio con la frase de la obra maestra que nos recuerda como la adultez nos hace olvidarnos de lo esencial, me surge la pregunta: ¿cómo conectar con nuestro niño/niña interior? especialmente hoy que celebramos el día del niño. 

Para eso lo principal es darnos cuenta como piensan y sienten los niños, como actúan no vendría al caso si sabemos que por supuesto cada etapa de la vida nos hace madurar y comportarnos de acuerdo a lo que vivimos, pero la parte especial la tiene su esencia: su alma, su espíritu, su pensamiento. 

Los niños no temen expresar sus emociones:

Si están felices, ríen, gritan, saltan de alegría; si están tristes, lloran, pero lo mejor de todo es que cuando hicieron eso, todo asunto se superó y siguen con otra cosa. No hay emoción que no se permitan sentir ni tampoco alguna en la que se queden atrapados. 

Los niños perdonan fácilmente:

Basta ver a mi hijo que después de algún regaño vuelve y nos abraza. Le he hablado fuerte en muchas ocasiones y es en mí misma en quien busca consuelo y no hay mayor sentimiento de culpabilidad para mí, pero sobre todo enseñanza: el amor no se le acaba por el mal momento sucedido. 

Los niños aman y agradecen las sorpresas: 

La expresión "está como niño con juguete nuevo" viene precisamente de la reacción que los niños tienen con cada sorpresa que se les da. El caso no es si luego las cosas les aburren o no, sino la actitud de poder sentir felicidad y agradecimiento con todo lo que llega a sus vidas. 

Los niños descansan:

Los niños duermen en paz, no tienen preocupación alguna, no piensan si van a comer o no, solo saben que van a comer, que van a vestir y no se preguntan como van a obtener su sustento , si se enferman saben que volverán a estar bien, porque su confianza y su fe está puesta en sus padres. Los niños viven.

Los niños creen en las promesas:

Los niños de hecho creen en todo lo que se les dice y por eso es importante decirles cosas positivas. Los niños creen en las promesas que hacemos y por eso es terrible defraudarles y es mejor no prometer si no vamos a cumplir.

Y mucho nos ha costado entender ese pasaje bíblico en Mateo 18-3 que nos pide "Sed como niños" porque muchos lo interpretan como volverse ingenuo, inmaduro, hacerse el ignorante o el despreocupado en el sentido de evitar sus responsabilidades, o el vivir pensando solo en divertirse, pero si volvemos a leer como son los niños nos daremos cuenta que conectar con nuestro niño/niña interior es también conectar con nuestro creador:

Permitirnos sentir todo tipo de emociones y seguir adelante, perdonar cualquier agravio también por nuestra salud mental  e higiene del alma, aprender a ser agradecidos y maravillados con cada bendición que llega a nuestra vida, incluso despertar cada nuevo día. Pero sobre todo, aprender a descansar sabiendo que hay un padre que está encargándose de todo y no debemos preguntarnos como lo va a hacer, solo confiar en la promesa que nada nos faltará y en todas las que ha dicho que va a cumplir. 

Conectar con nuestro niño/niña interior es recordar esos sueños que teníamos, los juegos que jugábamos, las habilidades que teníamos y quizás abandonamos, lo que decíamos a nuestros padres o abuelos que íbamos a ser de grandes y analizar que por alguna razón decíamos eso y algunos nos perdimos en el camino. 

Ser niños siempre, sin importar la edad que tengamos es dejar que la vida fluya, sabiendo cumplir con lo que nos corresponde y está en nuestras manos y aprender a soltar lo que no. 

Hoy pude conectar con mi niña interior, hoy pasó algo grandioso, hablando con una gran amiga y consejera, Dios también habló y me sentí como esa niña jugando en la casa de los abuelos, oyendo la música de ellos  que antes no me gustaba y hoy que ellos ya no están la disfruto, porque recordar su amor y lo que yo significaba para ellos me hizo recordar el amor de Dios que solo sintiéndome como niña he sido capaz de disfrutar, porque la adultez y sus afanes no me lo permitían.

Feliz día del niño y la niña.

Serendipiteando por 

Katya Sifontes de Guerra