martes, 11 de septiembre de 2018

A propósito de la Semana Cívica

Es tradición en el mes de septiembre que más de algún medio televisivo ponga a prueba a la población o a estudiantes respecto al conocimiento de los símbolos patrios. Todos estamos conscientes de la parte cómica de dicha prueba, que termina siempre en una reflexión sobre los aprendizajes y sobre nuestra identidad cultural.
Pero esta semana se ha hecho viral un video de un adolescente que ante la pregunta de cuál es la flor nacional responde que es el "mozote" y ha sido motivo de bullying como ya es costumbre en las redes sociales, olvidando que se trata de un menor de edad.
Llamémosle ignorancia o nerviosismo. Si fuera lo primero ¿De quién es la culpa?
Por allí decía un meme: "Cuando vas a la escuela, pero solo llegas a joder"; un post del Centro Escolar al que pertenece el estudiante denunciaba al medio de noticias que hizo la entrevista; los comentarios decían que los maestros deben priorizar la enseñanza en símbolos patrios.
¿Eso es lo que nuestro país necesita realmente para mejorar? ¿Conocer de memoria los símbolos patrios demuestra lo buenos ciudadanos o estudiantes que somos?
¿Qué tal si mejor nos ponemos a reflexionar la falta de valores y el poco civismo que demostramos cuando destrozamos a alguien en las redes sociales?
Actualmente, (y no sé si solo yo lo noto) se percibe una apatía por estas celebraciones de septiembre. Los actos cívicos no tienen la misma relevancia que tenía hace muchos años, cuando aún creíamos en algo, ya ni siquiera se baila folklor en la mayoría de los casos, sino cumbias populares, porque para las niñas es una vergüenza vestirse de "inditas".
A medida que conocimos más la historia nos dimos cuenta que los "héroes" o "próceres" no son más que la oligarquía de esa época, que los "villanos" eran los verdaderos héroes del pueblo, que la economía y las condiciones sociales no mejoraron con la independencia y que dicha independencia se convirtió en interdependencia en la actualidad, donde cada país obtiene del otro lo que mejor le sirve. 
Pareciera que ahora el único objetivo de este mes en los centros educativos es hacerle la temporada a las costureras y cosmetólogas, para lograr lucirse en las calles como institución por medio de un desfile y no con resultados académicos.
Entonces, ¿qué interés puede tener un joven en conocer o aprenderse símbolos patrios de una "patria" que tiene como identidad cultural violencia, pobreza y memes?
Los docentes podemos reforzar contenidos cívicos, obligar a memorizarse todo lo que requiere un "buen estudiante" para esta época pero, ¿qué sentido tiene?
¿es eso lo que necesita nuestro país?
Existe la casualidad que la asignatura de Educación Moral y Cívica desapareció del currículo salvadoreño hace aproximadamente 15 años, acaso no es la edad de estos niños "ignorantes" o de esa que llamamos "generación perdida", y justamente (quizás después de ver las desastrozas consecuencias) el MINED está en proceso de introducir nuevamente "Moral, Urbanidad y Cívica".
Nuestro país necesita más que burlas a un niño, que si llega o no solo a molestar a la escuela, merece respeto. Nadie conoce a perfección un tema que no es su área y mucho menos de un tema que el mismo sistema educativo llevó a la decadencia con la saturación de actividades extracurriculares y para poder resaltar  otros aspectos no menos importantes, pero que benefician más al populismo electorero.
Además, no olvidemos que la primera escuela para formar valores es el hogar y que "La base de la urbanidad, de la buena educación, es moral: no hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti" (Amando de Miguel)
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