jueves, 13 de febrero de 2020

¿Cómo prepararse para el momento del retiro?

En nuestra realidad nacional tenemos, principalmente, en las instituciones de gobierno personas en edad de retiro que esperan una pensión digna para poder hacerlo (asunto que no está en sus manos resolver). También tenemos personas que lograron un buen decreto y están pensionadas sin haberse retirado (cosa que no debería ser ya permitida). La pregunta es: ¿Qué hacer después del retiro?

Algunos están deseando retirarse porque ya cumplieron la edad y exigen una pensión digna para vivir, pero ¿para vivir cómo?, ¿en qué ocuparán el dinero?, ¿a qué se dedicarán?

Es común ver y escuchar personas, especialmente de la generación baby boomers, que no quieren dejar de trabajar porque dicen que al dejar de hacerlo se enfermarán, les dará depresión, viven para el trabajo. Claro, el sistema educativo de su época los programó para eso, para ser personas obedientes al sistema, para producir para otros y no pensaron nunca en ellos, no cabe en su mente el concepto de placer, disfrute y felicidad.

Lo importante aquí es, no esperar la edad de retiro para pensar en él. Si estás ya en edad, estás a tiempo de reprogramarte, aunque cueste. Si eres de cualquier generación posterior a los baby boomers (GX, Millenials, Centenials) estamos aún más a tiempo de hacerlo y hacer del retiro el momento de recoger frutos y no solo de vivir por vivir.


Ten un proyecto de vida



Normalmente nos enseñan a hacer nuestro proyecto de vida en la pubertad. Lamentablemente, no todos se lo toman en serio y ese proyecto queda perdido en los cuadernos así como en la memoria. ¿Qué quieres en tu vida o cómo te miras dentro de 5, 15, 20 años? En lo personal, en lo material, en lo espiritual, en lo familiar, en lo académico o laboral.

Un proyecto de vida se hace para ser cumplido porque en éste se reflejan los aspectos a los que das más importancia en tu vida, tus sueños, tus metas y tus objetivos personales.

Dicho proyecto debe ser evaluado constantemente y no debe ser cerrado, ya que en la vida no todo sale como uno espera, pero la evaluación debe servir para crear un plan B, C, D o hasta Z de ser necesario con tal de no desistir en lo que quieres lograr, lo único que cambia es la forma de lograrlo; nunca la evaluación debe ser para generar frustración.

También tus prioridades e intereses cambian con el tiempo y con la edad, por lo tanto, tu proyecton de vida puede variar.

Nunca debes permitir que nadie interrumpa, destruya u obstaculice tu proyecto de vida, aun los proyectos familiares deben ser construidos en base a los individuales.

En ese sentido, es importante incluír el momento de tu retiro en tu proyecto de vida, donde tengas muy claro cuáles son tus planes, para que, llegado el momento, no te topes con el dilema de la mayoría sin saber qué hacer y sin saber para qué o para quiénes vivir.


Cuida tu salud integral


De nada sirve que hagas planes para el momento de tu retiro si lo principal no está en orden y si todo el dinero ahorrado o tu pensión te las vas a gastar en medicinas.
Cuida tu salud integral desde ya. Esto significa:

Mantén tu paz interior: ora, medita, visita un psicólogo o una iglesia, todo aquello que te permita mantener una estabilidad mental y emocional que te vuelvan una persona de luz y no una persona tóxica. Dicen que nadie es moneda de oro para caer bien a todo el mundo, pero cuando tu interior está bien no hay que hacer mayor esfuerzo por agradar a alguien.

Duerme bien: no todos ponemos en práctica lo de las 8 horas de sueño, algunos no podemos por diversas razones, pero en la medida que descanses cada vez que puedas le estás brindando restauración a tu cuerpo y a tus neuronas. Escucha a tu cuerpo cuando te pide descanso, después de todo, somos humanos, no máquinas, el exigirle demasiado a nuestro cuerpo puede generar, principalmente estrés que luego deriva en diferentes tipos de enfermedades, toma en cuenta que el estrés ya no está de moda.

Aliméntate bien y haz ejercicio: sale más barato invertir en una buena y balanceada alimentación y dedicar unos minutos de tu día haciendo "aunque sea un poco" de ejercicio que gastar en medicinas o en cuentas de hospital por no comer bien y llevar una vida sedentaria. Tu cuerpo es tu templo, tu casa, es donde vives tú, nadie más lo va a cuidar o a destruir como solo tú puedes hacerlo.

Cabe mencionar que si tu idea de "buena alimentación" no está muy clara, puedes visitar a un nutricionista que te brinde una orientación adecuada a tu caso. La buena alimentación es parte de tu educación, si en casa no te dieron un buen ejemplo la responsabilidad por cuidarte es solamente tuya.


Mantén buenas relaciones familiares



Tu familia es tu punto de origen, es tu constelación, si estás apartado de ella hay cosas que siempre te van a salir mal y nunca vas a descubrir por que hasta que sanes las heridas familiares.

"Nadie sabe como terminará", es una frase común cuando pensamos en nuestra vejez y es cierto; es por ese motivo que no vale la pena tener una mala actitud ante tus familiares o parientes porque no sabes si el sobrino o la tía a la que trataste mal será la que estará a tu lado en los momentos más difíciles de tu vejez o de alguna enfermedad. Ya mencioné en uno de mis blogs 7 formas de amar mejor a tu familia  que en la familia hay de todo tipo de parientes, unos más soportables que otros, pero dependerá de tu estabilidad mental y emocional como abordar a los que tal vez no han logrado conseguirla.



Cultiva buenas amistades


Si lo de la familia no te funciona mucho recuerda el proverbio: "Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos".

Los amigos son muy importantes en la vida, siendo conscientes que nadie es perfecto, ni tú, sabemos que cualquiera puede cometer errores, incluso tú; los amigos son también una relación que necesita cultivarse y cuidarse.

No te olvides de salir a tomar un café de vez en cuando, de hacer una llamada, de compartir con la gente que te agrada según tus intereses y todo lo que permita mantener ese lazo, ya que el día que decidas retirarte de tu trabajo si no tienes familia, si estás viudo o viuda, si los hijos hacen su propia vida, ¿quiénes quedan?...Pasarse el resto de los días tirado en una mecedora no es atractivo.


Invierte dinero, emprende y ahorra


Mantener un segundo ingreso a parte del empleo es de personas inteligentes.

Ya mencioné que lastimosamente a los baby boomers les enseñaron solo a trabajar y a recibir una remuneración por ello. A las siguientes generaciones se nos hace posible explotar nuestras habilidades y sacarles provecho. Además, como dice Robert Kiyosaky en su libro Padre Rico, padre pobre: "Invierte en activos", ahorrar es bueno, claro, pero no produce (a menos que te vuelvas socio de una cooperativa financiera en la que recibas dividendos en base a tus aportaciones) por ejemplo: inviertes en bienes raíces, alquila los espacios, porque un espacio solo no produce. Si inviertes en carros, ocúpalos para renta, taxi, UBER, etc. Y así se vuelve un activo.

Pero nos preguntamos ¿de dónde invertimos?. Las personas inteligentes invierten una parte de su salario o saben manejar créditos en su etapa productiva de manera programada y bien planificada.

La mayoría gastamos el salario y utilizamos créditos de la manera no inteligente, pero estamos claros que nadie quiere llegar a la edad de retiro sin poder dejar el trabajo porque lo que sobran son deudas. La idea es que la pensión sea solo una parte del beneficio de haber trabajado la mitad de su vida para disfrutar el resto no solo para vivir teniendo que comer. Así que, ¡aún es tiempo millenial!


Viaja, conoce, explora.


"El que vuelve de un viaje no es el mismo que se fue".

Conocer tu país, explorar nuevos lugares, pueblos, nuevas comidas, nuevos restaurantes...conocer otros países, te enriquece, conversar con otras personas te permite conocer nuevas culturas, costumbres, valores, entender mejor el mundo y su historia.

Viaja mientras tengas salud y fuerzas, porque cuando seas mayor vas a querer, pero ya no vas a poder, tu mismo cuerpo será un impedimento. 


Invierte en tu felicidad

Recuerda que solo tú eres responsable de tu propia felicidad, vivir amargado es una decisión, vivir feliz también. 

La felicidad se encuentra en los detalles más pequeños; aprende a descubrir cuales son esos detalles que te hacen sentir feliz y con plenitud y a eso dedícale tu tiempo y de ser necesario, tu dinero. 

Recuerda la frase "Hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar", la vida es solo una y no puedes pasarla distraído, porque cuando te das cuenta ha pasado mucho tiempo y es más lo que has perdido que lo que has ganado.

Así que solo tú sabrás que hacer cuando te hayas retirado, pero si supiste prepararte para ese momento estoy segura que no va a volverse un momento de frustración sino de alegría y bendición. 


Serendipiteando por

Katya Sifontes de Guerra

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