Querida amiga:
Este mes me acuerdo más de vos, pero la verdad es que todo el tiempo nuestros recuerdos juntas me hacen sonreír y me confirman que la complicidad entre mujeres es uno de los regalos más bellos que la vida nos pudo dar, aunque a veces también entre mujeres solemos hacernos más daño que cualquier otra especie.
Pero hoy, especialmente, quiero darte gracias a vos que siempre me escuchaste, a vos que tuviste paciencia en mis depresiones y crisis existenciales, a vos que siempre me brindaste tu casa como refugio y vos que me hiciste sentir que tus padres también eran míos.
A vos que siempre tenés un chiste blanco de esos que curan las penas, a vos que tenés buenos chistes rojos y a vos que disfrutas conmigo el humor negro y muchas veces lloramos de tanto reírnos.
Gracias a vos con quien filosofar o hablar intelectualidades es una maravilla, a vos con quien hablar cualquier tontería o ir de compras era tan divertido y a vos con quien estar calladas se disfrutaba tanto.
Gracias a vos con quien un café o una cerveza siempre era terapéutico, a vos que yo tenía que cuidarte y me terminaste cuidando, vos que me aconsejaste tanto y me hiciste ver mis errores, me enseñaste a valorarme me desapendejaste, a vos que te convertiste en mi otra hermana.
Gracias a vos que siempre me hiciste barra para todo, aunque fuera una completa locura, a vos que siempre tuviste un regalo de cumpleaños para mí, vos que me diste comida, a vos que siempre me invitaste a la iglesia, vos que me cuidaste en todo el embarazo, o que me viste la cara de desesperación ofreciste cuidar a mi hijo solo para que pudiera darme un buen baño o simplemente comer.
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Gracias a vos que te sabes todas mis historias y sos cómplice de la mayoría, vos que amanecías en la calle conmigo tratando de comprender lo incomprensible, vos que has llorado conmigo y te has alegrado conmigo.
Gracias a vos que me has perdonado más de una vez alguna de esas cosas que dije o escribí "a mi manera", a vos que alguna vez te herí y solo dijiste "ella es así".
A vos te deseo que la felicidad siempre te encuentre, y aunque tal vez la vida no es como la soñaste aprendás a disfrutar todo lo que te llegó que nunca imaginaste.
Porque no basta una mujer para ser mi mejor amiga, cada una ha conocido distintas facetas mías, distintas etapas, por eso: gracias a vos que leíste esto y dijiste "esa fui yo".
Porque la mejor amiga que llevo en mi corazón y en mi mente es un pedacito de cada persona que ha formado parte de mi vida brindándome su amistad e hizo de mi mundo un lugar más habitable y feliz cuando más lo necesité; y aunque actualmente, en la mayoría de los casos, nuestra amistad se reduzca a vernos en facebook, un chat o un grupo de whatsapp; bendita tecnología con tal de tenerte allí, saber de tu vida y ver tus buenos momentos, porque la vida cambia, pero el cariño no.
Para vos ¡Feliz febrero y día de la amistad!
Katya Sifontes de Guerra
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