miércoles, 13 de junio de 2018

Serendipity. No solo es una película.

Muchas veces me preguntan por qué nuestra tienda en línea se llama "Serendipity EKstyle" o en este caso por qué mi blog se llama "Serendipiteando".

Lo trataré de explicar de la forma más sencilla: Serendipity es mi palabra favorita, lo era cuando vi por primera vez la película y anhelaba que me ocurriera uno y ahora me encanta más desde que me sucedió el mejor de mi vida.

"Una serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta. 

El término serendipia deriva del inglés serendipity, neologismo acuñado por Horace Walpole en 1754 a partir de un cuento tradicional persa llamado «Los tres príncipes de Serendip», en el que los protagonistas, unos príncipes de la isla Serendip —antiguo nombre persa de la isla de Ceilán, la actual Sri Lanka— solucionaban sus problemas a través de increíbles casualidades."

Nuestra tienda surge del propósito de mi esposo y mío de emprender un negocio que satisfaga ciertas necesidades de nuestros clientes, conscientes que en la actualidad no basta con ser profesionales y tener un buen empleo hasta para el desarrollo o autodescubrimiento de nuevas habilidades, por lo que decidimos iniciar esta aventura.

Antes de conocernos ambos vendíamos cosas diferentes, pero juntos surgieron nuevas ideas, entre ellas la de poner al alcance de nuestros clientes una amplia variedad de productos, ¿cuáles?, todo lo que se pueda vender que sea de buena calidad, buenas marcas, buenos precios a tal grado que comprarnos algo se vuelva una serendipia o una "chiripa" como se conoce en el mundo hispanoparlante.

Respecto a mi blog, tiene que ver con el mismo concepto. Como mujer soy hija, esposa, amiga, madre, profesional en la docencia 2.0 y en las Relaciones Internacionales, emprendedora, entre otras cosas; por lo tanto me considero una mujer multifacética capaz de dar mi opinión sobre temas diversos, es decir, en "serendipiteando" se puede encontrar cualquier hallazgo.

La mejor serendipia de mi vida ocurrió un viernes 13 de junio, una de esas noches lluviosas en las que uno solo espera que las cosas no sigan saliendo tan mal, cansada de mi vida (como le dije a él), surgió una amistad repentina que resultó en un matrimonio sorpresivo e inesperado. A partir de esa noche todo empezó a mejorar en mi vida, y por eso dedico este artículo cuatro años después,  a mi esposo, mi compañero de viaje, mi mejor serendipia. 




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