¿Sabes qué son
las habilidades blandas?
Estas son las
mismas llamadas habilidades para la vida y la mayoría de personas posee al
menos 1 de ellas. Las demás pueden trabajarse y desarrollarse con esfuerzo y
constancia.
Las notas ya no
impresionan en ninguna entrevista de trabajo si al final resultas ser una
persona con poca iniciativa o conflictiva. Si posees habilidades blandas tendrás
una mayor posibilidad de lograr buenas relaciones interpesonales que son de
beneficio en el ámbito laboral o personal.
Puedes poseer
muchos títulos académicos pero el éxito no está basado solo en esto. Es por ese
motivo que podemos encontrar a muchas personas “sin estudios” que lograron
mayor desarrollo personal e incluso económico que muchos profesionales que aun
no lo alcanzan.
Lo ideal es
encontrar un balance entre lo académico y las habilidades blandas.
¿Pero cuáles son
algunos ejemplos de estas habilidades?
1. Las habilidades comunicativas: esto implica tu capacidad para poder expresar
tus pensamientos o comprender los de otros de manera oral o escrita.
Recuerda, muchas personas suelen tener grandes habilidades cognitivas, pero
si no logran expresarlas de manera adecuada es como que no hubieran dicho nada.
Tanto para las relaciones personales, laborales o comerciales saber comunicarse
y expresarse es básico.
2. La creatividad: como la misma palabra lo dice, tu capacidad de crear o de
innovar en cada uno de los ámbitos en que te desenvuelves.
Las ideas creativas son indispensables para solucionar retos cotidianos,
incluso para superar grandes crisis como la que se vive actualmente debido al
COVID-19. Muchos emprendedores han tenido un gran éxito debido a la creatividad
con la que supieron mantener o crear nuevos negocios.
3. 3. La
gestión de conflictos: se refiere a la habilidad de resolver problemas o
conflictos de la vida cotidiana y reaccionar de manera positiva ante ellos.
Esta habilidad está muy relacionada con la inteligencia emocional ya que
quien la posee tiene mayor posibilidad de resolver conflictos de manera
asertiva visualizando oportunidades, retos y nuevas exigencias, no problemas,
tomando el tiempo necesario para reflexionar y actuar.
4. 4. Gestión del tiempo: es la capacidad de organización y el cumplimento efectivo
de tareas.
¿Te has
preguntado por qué cuando no logras
hacer todas las actividades que esperabas hacer durante el día o durante la
semana terminas con mucho estrés y preocupación?
Es completamente
normal que más de alguna actividad quede incompleta debido a factores externos
e imprevistos y debemos aprender a gestionar nuestras emociones evitando la
culpabilidad y la preocupación por las cosas que no están en nuestras manos.
Sin embargo, cuando se cuenta con una adecuada organización, distribución y
planificación de las actividades se puede evitar mucho estrés ya que una buena programación
te brindará más satisfacción y podrás incluso tener tiempo suficiente para
actividades recreativas y familiares que fomenten tu bienestar.
5. 5. La inteligencia emocional:
Entendiendo dos partes de la misma: la inteligencia intrapersonal es
la capacidad de entender y gestionar nuestras propias emociones y la
inteligencia interpersonal es la capacidad de entender y gestionar las
emociones de los demás.
En este caso se manifiesta principalmente mostrando asertividad, manejo del
estrés, control de la ira, de la tristeza, de la alegría… ya sea de los demás o
nuestra, siendo capaces de validar dichas emociones y de mostrar empatía hacia
los demás.
Esta
habilidad es de suma importancia en la vida, en la familia, en el ámbito
laboral y en los negocios porque nos ayuda a interactuar de manera positiva y a
poner en práctica la comprensión.
6. Gestión del cambio o adaptabilidad: Es la capacidad de adaptarse a las
diferentes circunstancias que se presentan en la vida, en el trabajo o en tu
negocio.
Ya
la pandemia por COVID 19 nos mostró que es necesario aprender a reinventarnos,
los tiempos son cambiantes y no podemos aferrarnos a una sola forma de hacer
las cosas, es necesario seguir aprendiendo, innovando y sobre todo tomar una
actitud positiva ante cualquier circunstancia y ante cualquier giro que se
presente en la vida.
Recordar que un
buen líder no es quien sabe mandar, sino quien sabe hacer funcionar cada pieza
del equipo incluyéndose a el mismo. Un buen líder sabe ser ejemplo para los
demás, sabe integrarse y de preferencia debe ser alguien que posea varias de
las habilidades blandas que hemos conocido hoy.
¿Y tú, cuáles habilidades posees?
Serendipiteando por
Katya Sifontes de Guerra
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